Saturday, September 30, 2006

 

Finally here

Por fin me he mudado, con la ayuda de dos guaguas y mi carro nos mudamos en dos viajes. Todavía falta buscar a la Frida y la compra en la nevera. Todas mis cosas están desperdigadas por la sala y lo que falta es toda una odisea. Falta limpiar la casa, el apartamento, acomodar todo, decidir dónde van todas las cosas, etc. Cierro un capítulo en mi vida, muchas cosas han tenido su punto final. Comienzo una nueva etapa y estoy muy tranquila.

Sunday, September 10, 2006

 

Under the Pagoda Shadow-Tercera parte- ¿Y cómo rayos meto eso por ahí?

Aún seguimos en la lucha de la casa. Esta vez nos fuimos sin fotos porque es muy fuerte. Nuestro tercer fin de semana y ya me resigné a que me mudo sin terminar por completo la pintadera. Al menos pintaremos el grueso. Tal vez se queden los marcos de las ventanas y las puertas. Ya Dey me vedó pintar porque no veo bien y todo termina con parchos sin pintar, así que soy la “parchera” oficial. Seguimos en la cocina. ¡MALDITO PAPEL TAPIZ! pero ya el cambio de la pintura es notable.

Como mis planes originales eran ya estar para este momento mudada a la casa pues pedí la entrega de la lavadora y la secadora. Imaginen entrar estos dos armatostes por un hueco en el piso del primer piso para instalarlos en el sótano. Para sacar las tornillos que aguantaban las tablas fue toda una odisea y terminé muy molesta en mi balcón para ver si los “windchimes” me relajaban. Dey se encargó de soltar unas tablas y las otras las saqué a cojón. Tuve que irme para cubrir un festival. Cuando regresé encontré que los que me entregaron los enseres no trajeron correas y no hubo forma de bajarlos al sótano. Así que tengo la lavadora y la secadora en medio de la sala. Don Leopoldo, el papá de mi reportera y su hermano, Pepe hoy fueron a inspeccionar cómo bajar los enseres sin que se despanzurren en el sótano y hagan tostón a alguien debajo. Luego de medir, planificar determinaron que harán una grúa de madera en el medio de mi sala para bajarlos. Ya le advertí a los enseres que se despidan de la luz del día porque de allí no vuelven a salir.

En fin que nos pusimos a pintar y luego almorzamos. Estoy sentada en el balcón trasero de mi casa, “el deck” como le digo yo. Y mientras me saboreaba un hamburger de esos que hace Dey siento los ladridos del perro del vecino, un rottweiler. Lo curioso es que sentía que todo el piso retumbaba. El perro, al cuál hemos apodado, Torombolo, se metió por un roto y estaba en una especie de almacén debajo del “deck.” Lo gracioso es que yo le digo a Dey, “yo como que siento al perro aquí abajo.” Dey se baja y me dice “loca, el perro está ahí.” Bajé al sótano y Torombolo me ladró como demente por la ventana del sótano. Fui donde el vecino y él se llevó a nuestro amiguito. De más está decir que pusimos un tablón para evitar futuras visitas. Las visitas inesperadas son muy usuales en mi vecindario. La vecina de al lado, bautizada cariñosamente como The Gardener, se la pasa peleando con Chip, una ardilla que guarda nueces en su jardín, el cuál tiene muy bien cuidado. Otro personaje de mi patio es Munk, una ardilla feísima que se las da de Walenda y camina por el cable. También está Company, otra ardilla que se para en las verjas a comer. Así que ya tenemos a Torombolo, Chip, Munk and Company. No se me puede olvidar, Alvin, esta ardilla caminó por el cable de la Internet, entró por la puerta abierta del balcón del segundo piso y se puso a mirar el cuarto color lavanda como diciendo “este cuartito está ideal para pasar el invierno.” Dey la sacó, pero si no tendríamos a Alvin en lo que será mi biblioteca. En fin que este próximo fin de semana nos mudamos…si sobrevivo contaré cómo rayos la lavadora y la secadora llegaron al sótano y todo ese proceso jodido de la mudanza… todavía no empaco.

 

Amishland

Hace algún tiempo me ha dado por visitar a los amish. Lancaster queda relativamente cerca de mi casa así que cuando quiero tomar carretera lleno el tanque de mi broncomóvil, busco el mapita de Mapquest y me tiro a conducir por carreteras con cultivos a ambos lados. Me encanta ver los boogies de los amish pero sobre todo ir al Kitchen Kettle Village, allí hay una tienda de jaleas, dips y otras vainas orgánicas. Estoy adicta al “mild salsa,” la jalea de blackberries sin semilla y unos dips de vegetales. La primera vez que fui María Conchita y María Elena fueron mis compañeras de viaje. La segunda vez a Dey le tocó hacer de copiloto.
Me llama mucho la atención que entre todos los nuevos proyectos de construcción que hay en Lancaster veas a estos seres que las mujeres ni siquiera usan botones. Desde que aprendí a conducir, aprendí bien tarde, me gusta quemar gasolina conduciendo sin saber claramente hacia dónde me va a llevar la carretera. No hay nada más relajante que una carretera norteamericana de campo, cultivos a cada lado y la carretera limpia enfrente, es sencillamente una epifanía. En fin, aquí van las fotos.

PRIMER VIAJE: Conductora-Maria Elena; Logística y copiloto- Awilda; Vigía de cosas llamativas- María Conchita.



María Elena y María Conchita mientras esperábamos para entrar a una exhibición de artesanías. Las chicas tuvieron que sacarme de mi sufrimiento, pues quería comprar todo para mi casa.


Aquí quise practicar un poco cómo me iría de amish pero cuando me dijeron que nada de Internet ni computadora cambié de parecer.


Ninguna de las dos miró a la cámara, aún no me entero qué estaban mirando con tanto entusiasmo.


Esta es mi foto preferida de ese viaje. Paramos en Boehringer, una tienda de helados estacional que tiene banquitos y un arroyo. Un ambiente muy relajado. Este es uno de esos "self shot" que voy a enmarcar para tenerlo en mi casa.

SEGUNDO VIAJE:

Awilda- conductora; Dey-copiloto



En este viaje lo más que vi fueron tendederos de amish. Dey siente una fascinación por la compulsividad de las amish, que obviamente no usan secadoras.


Dey junto a un "buggie" minutos después el caballo empezó a patear el suelo y a moverse molesto. Dey salió ilesa.


Esto es una de las cosas del idioma inglés que aún no termino de entender. ¿Quién le va a dar de comer a una cabra sus dedos? Estos americanos no han sido los mismos desde el ataque terrorista de las Torres Gemelas.


Este fue el momento de en buen boricua "esmorcillarse" de la gracia. Quise sacarnos un "self shot" con el muñeco de jenjibre. Fue muy difícil y Dey casi muere de la risa porque el resultado fue una prueba irrefutable de que el muñeco quiso darme un "naki"


Pero la historia de Yummie, nuestro amigo de jenjibre no termina en el "naki" documentado. Un americano, muy decidido, pensó que necesitábamos ayuda. Me quitó la cámara y nos tomó esta foto, frustrando mis intentos artísticos.


El "buggie" no podía faltar.

Sunday, September 03, 2006

 

Under the Pagoda Shadow-Segunda parte-A Dios le gusta la soul music

Dey y yo seguimos pintando la casa. Ya terminamos el ático. Pude superar el momento de descubrir que la pintura amarillo marigold no me gustaba.

Ya pintamos mi cuarto y el de Frida de tonos de azul. La biblioteca se fue de violeta lavanda. Hemos regresado a Home Depot dos veces más, ya el que mezcla las pinturas me conoce. Me parece increíble que usemos tanta pintura. Mis pantalones rojos ya tienen manchas de cloro, pintura amarilla marigold, amarillo dandellion, azul blue frost, azul afternoon siesta, violeta touch of violet, pega de wallpaper, entre otras.



Hoy empecé a quitarle el wallpaper maldito a la cocina. Estoy destrozada. Probando el cable tv en un televisor donado hubo un corto circuito en el aparato y se fundió. Dey dice que fue porque me estaba burlando de unos viejitos bailando música disco y de unos negritos haciendo coreografías en otro canal. Creo que Dios es negro y le gusta la soul music...por eso me fundió le televisor, por burlarme.

Mi cuarto azul quedó hermoso, está bien lindo, estoy loca por mudarme pero todavía faltan como dos semanas más, en lo que terminamos el primer piso, limpiamos todo, pintamos todos los marcos de puertas y ventanas de blanco. Ya veremos, aún no empaco nada pero tengo una idea cercana de cómo quiero poner los muebles...los pobres van a desaparecer en la casa. Estoy bien cansada. Queremos tapizar los muebles que tengo. Hay un problema en el sótano, creo que tendré que llamar a un plomero. Por alguna razón mi mente sólo registra asuntos de mi casa. Hace tres semanas estuve tratando de concertar una entrevista con una de las comisionadas del estado para hace un reportaje de inmigración. Por fin sacó una fecha, concertamos la entrevista, llega el día y a mi....se me olvida la entrevista y nunca me presento. Quería inmolarme de la vergüenza. Mi jefe lo tomó tranquilamente. Llamé para disculparme, le escribí una carta a mano para disculparme nuevamente. Tremenda metida de pata.

Mañana decidimos que nos tomamos el día libre...Dey quiere ver los amish y yo quiero volver a comprar jaleas y dips. Nuestra próxima aventura...


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Awilda Ivette Castro
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